¿Qué es el colágeno?
Después del agua, el colágeno es la sustancia más abundante en nuestro organismo, y a su vez es la proteína más abundante, representando entre el 20% y el 30% de las proteínas totales en el cuerpo humano, siendo el constituyente esencial de los huesos, cartílagos y tendones. Su función consiste en la formación de las fibras a partir de las que se crean las estructuras del organismo, por lo tanto, es el responsable de la elasticidad, flexibilidad y firmeza de estas estructuras. Además tiene un papel esencial en su hidratación.
Tipos de colágeno
Existen varios tipos de colágenos, que dependen del tejido en el que actúe y de las sustancias con las que se combine. Los principales tipos de colágeno son:
- Colágeno tipo I: proteína más abundante en la matriz extracelular. Está presente en la dermis, hueso, tendón y córnea y les provee estabilidad mecánica y estructural. Su función principal es la resistencia al estiramiento.
- Colágeno tipo II: se encuentra en los discos intervertebrales, humor vítreo y es esencial para la correcta formación de dientes y huesos. Representa el 5% de todas las proteínas en el cartílago y es el componente mayoritario del cartílago articular (85 al 90%). Su función principal es la resistencia a la presión intermitente.
Pero, ¿Sabías que a medida que pasan los años y el cuerpo envejece, la producción de colágeno se va reduciendo gradualmente? La degradación del colágeno está influenciada por numerosos factores como el proceso normal de envejecimiento en el cual se produce disminución de su síntesis e incremento de su dureza, el desgaste excesivo en los deportistas, personas que realizan ejercicio físico regularmente o aquellos con una actividad laboral repetitiva, el sobrepeso, las alteraciones de la alineación articular y la menopausia en la cual disminuye la renovación de colágeno.
Dado estas situaciones, es recomendable consumir colágeno, ya sea a través de la alimentación o la suplementación. Sin embargo, el colágeno en los alimentos es una proteína muy difícil de asimilar dado su gran volumen y resistencia, por lo que requiere largos tiempos de cocción para que pueda ser absorbida luego de la ingestión. El aporte de colágeno en la dieta se logra a través de algunos alimentos, entre ellos baquetas de pollo, pescado, carnes rojas, embutidos, cartílago de huesos, piel de aves y gelatina, pero generalmente, no se ingieren en las cantidades suficientes para las necesidades del cuerpo.
Para resolver esta situación se utilizan suplementos de colágeno hidrolizado (CH), la forma más asimilable de la proteína de colágeno, el cual es fácilmente absorbible y aporta los aminoácidos necesarios para el recambio del colágeno, mitigando en parte su degradación natural.
Beneficios:
- Puede ayudar a aliviar el dolor de las articulaciones
- Ayuda a mejorar la salud de la piel, uñas y cabello: El aspecto de la piel, las uñas y el cabello dependen de forma considerable de esta proteína, ya que tiene una importancia decisiva en propiedades como la firmeza. El consumo de colágeno ayuda al fortalecimiento de la piel, a retrasar su envejecimiento, a reducir las arrugas y la resequedad, mantener su hidratación y a mantener en estado saludable las uñas y el cabello, dándoles fuerza y brillo.
- Ayuda a prevenir la pérdida ósea: La masa ósea se ve afectada a medida que envejecemos. Esto puede conducir al desarrollo de enfermedades tales como la artrosis y osteoporosis. La suplementación con colágeno ayuda a la regeneración de las articulaciones y huesos y a prevenir el envejecimiento precoz.
- Esencial para las personas que practican deporte: El entrenamiento puede desgastar, deteriorar y dañar los ligamentos y las articulaciones. El colágeno mejora la recuperación de las posibles lesiones, reduce los dolores e inflamaciones articulares, mantiene la densidad de los huesos, mejora la resistencia y fortaleza de las articulaciones, tendones y ligamentos.
Cuando se debe tomar colágeno:
La capacidad del cuerpo de producir colágeno disminuye en un 25% cerca de los 35 años de edad y en más del 50% a los 60 años, por lo que es recomendable consumir colágeno luego de estas edades. También una dieta baja en proteínas ocasiona una reducción de la hormona del crecimiento, lo cual genera menos producción de colágeno y elastina. El consumo de tabaco y alcohol, el estrés, la exposición a la luz solar sin protección, la contaminación, los traumatismos y las dietas ricas en azúcares, también generan alteraciones en las fibras de colágeno.
El deterioro del colágeno, origina numerosos cambios en el organismo, tales como disminución de la elasticidad de la piel y aparición de arrugas, el cabello se vuelve delgado y frágil, los músculos se vuelven flácidos, la densidad de los huesos disminuye y los ligamentos y articulaciones pierden fuerza y elasticidad.
En los casos anteriores, la suplementación de colágeno, produce dos efectos importantes. Por un lado, el efecto estimulador, en el cual las células especializadas en sintetizar colágeno interpretan la presencia de estos péptidos de colágeno como señal de destrucción del tejido colagenoso y las induce a sintetizar colágeno. Por otro lado, un efecto regenerador, mediante el cual las células de los tejidos colagenosos los utilicen para sintetizar nuevo colágeno, favoreciendo el efecto anabólico y no el catabólico.
El colágeno hidrolizado es un suplemento muy bien tolerado y con elevada efectividad, la cual se incrementa si se administra en combinación con vitaminas o minerales que juegan un papel relevante en su síntesis, tales como vitamina C y Magnesio.
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